Oráculo 6

sábado, 3 de abril de 2010

Sin ropa.


"Sus discípulos dijeron: ¿Cuándo te nos vas a manifestar y cuándo te vamos a ver?. Y dijo Jesus: cuando pierdan el sentido de la verguenza, y cogiendo vuestros vestidos, los pongan en el suelo, como niños pequeños y los pisoteen. Entonces vereís al Hijo del Viviente y no tendreís miedo". Evangelio de Tomás, 37.

No se si conocen los Evangelios Apócrifos. Ellos son los escritos que surgieron en los primeros siglos del cristianismo, cuando la palabra del Maestro aún estaba fresca y no había sido manipulada.

Por "apócrifo" se refiere a "oculto" (del griego apokryphos), y no a "falso" como se usa la palabra hoy en día. Estos mensajes ocultos fueron trasmitidos por las primeras comunidades cristianas.

Nag Hammadi es un pequeño pueblo situado en la ribera del río Nilo, en Egipto. En 1945 dos campesinos encontraron en recipientes cerrados y escondidos en grutas de la ribera oriental del valle del Nilo, 1100 páginas de antiguos manuscritos en papiro, escritos en el año 367 DC por los monjes del lugar, que copiaron 45 escritos religiosos en idioma copto, despues de traducirlos del griego. Los escondieron muy bien llegando en perfectas condiciones de conservación  a nuestros días.

Por eso la frase de esta carta pertenece al "evangelio de Tomás",  que no es uno de los 4 evangelistas, pero que es uno de los escritos hallados en Nag Hammadi, y que trae 114 dichos atribuidos a Jesús de Nazaret. Algunos de los dichos tienen exacta relación con los evangelios canónigos de Lucas, Mateo, Juan, y Marcos, pero otros dichos son nuevos y aportan en mostrar a un Jesús mucho mas liberal y "volado".

Empilucharse. Pueden ver a los pies de ambas figuras dos máscaras, las cuales también ese hombre y esa mujer se han quitado. Esas máscaras son los roles bajo los cuales nos protegemos y ocultamos. "Doctor"; "ingeniero"; "mi casa en la playa"; "mi gran línea de crédito"; "mi linda ropa de marca", todas máscaras que esconden el ser.

En un posteo anterior comenté in extenso el asunto de la máscara según Jung. Pudes leer eso haciendo click aqui.

Hay que exhibir nuestros interiores, evicerarnos, mostrar el páncreas, el intestino grueso, el dolor, la risa, el sueño guardado. Los niños pequeños corretean piluchos a la primera oportunidad y uno detrás desesperado poniendoles ropa y chalecos.

Como adulto somos pretensiosos. ¿Que estudias?; ¿donde trabajas?; ¿en que comuna vives?; ¿que marca es tu auto?; ¿donde fuiste a veranear?. Nos fijamos en la ropa y lo superficial. Creemos conocer al otro según esas externalidades,  y pretendemos que nos conozcan por las mismas. Como si el ser tuviese relación con la comuna donde se vive.

Es el momento de ser abierto y vulnerable. ¡Que no haya verguenza de mostrar el diente que falta y la estría inmisericorde!. Lo unico que podemos perder es la "auto-imagen" y ella tiene un valor igual a 0.


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